En los últimos cientos de años, el hombre estuvo lanzando extravagantes pistas al espacio que podrían alertar a extraterrestres técnicamente avanzados de nuestra presencia. El radar y la televisión, extraños compuestos químicos en la atmósfera, e incluso alguna nave ocasional enviada más allá de la heliopausa son todos los mensajes en botellas que posiblemente podrían llegar a las costas de planetas ETs.
Archipiélago Juan Fernández en Chile, ¿Testigo del fin de nuestra era?
Todos hemos escuchado de las profecías mayas que vaticinan el fin del mundo para diciembre de 2012. Lo que no sabemos es cómo será exactamente, ni cuáles lugares serán más afectados.
Cuando los españoles llegaron a América, los misioneros destruyeron quemando, enterrando y arrojando al mar todos los libros y escritos mayas, más de mil libros donde se guardaba toda su historia y el conocimiento adquirido hasta entonces. Solo cuatro libros fueron salvados de esa destrucción. Entre ellos está el llamado Código de Dresde, considerado el más antiguo texto maya que se conoce. Este libro muestra fenómenos astronómicos que sucederán en el año 2012, cuando la Tierra termina un ciclo de cinco mil años.
La preocupación por la existencia de los alienígenas o extraterrestres, así como la presencia de ovnis ha alcanzado en la oficina del presidente de EE.UU. espera de una respuesta.