Encuentros con humanoides son comundes dentro de la casuística OVNI y contactista a nivel global, Costa Rica no es ajena a esa realidad, aunque los testimonios de interés son pocos, éste en particular por sus características llama la atención.Los indicios están por todos lados, solo hay que observarlos, hechos y actuaciones de cierta gente que ha tomado el tema del ambiente de una manera casi religiosa tal como lo dije en un artículo anterior titulado “Una nueva religión está emergiendo”
http://carlosvilcheznavamuel.blogspot.com/2010/04/una-nueva-religion-esta-emergiendo.html
En el siglo pasado el científico inglés James Lovelock propuso la hipótesis de que el planeta Tierra es un ser vivo creador de su propio hábitat, a esta hipótesis la denominó Gaia en alusión a la famosa diosa griega, http://www.kheper.net/topics/Gaia/Lovelock.htm
Con el tiempo aparecieron los fanáticos “ambientalistas fundamentalistas” que se oponen a todo porque sienten y tienen la idea de que debemos “salvar” al planeta de nosotros mismos. Entre estos están los conocedores del tema, pero que no ven mas allá de sus propios postulados (los actuales sacerdotes) los que nada saben, pero creen en ello a ciegas (los creyentes y seguidores) y aparecen hasta las premoniciones catastrofistas propias de todos los sistemas de creencia, una estrategia errónea que ha sido utilizada por muchos ambientalistas para mal formar a la gente desde hace ya varias décadas como lo podemos comprobar al leer un artículo titulado “Confesiones de un ambientalista” escrito por un biólogo inteligente que comprendió treinta años después que estaba equivocado. http://www.nacion.com/ln_ee/2008/octubre/19/opinion1742886.html
Son estas ideas las que han ido conformando “el ambientalismo” un nuevo sistema de creencia cuyos propulsores son los “ambientalistas fundamentalistas.”
A la par de esto y analizando las cosas desde un plano diferente, vemos que la “Madre Tierra” no está tan preocupada por sus habitantes como ingenuamente lo quieren hacer ver estos creyentes, porque de la misma forma que la “Madre Tierra” nos brinda el aire que respiramos y todas las cosas que como seres necesitamos, también nos mantiene muy ocupados con sus constantes movimientos telúricos y catástrofes naturales de grandes dimensiones como, los tsunamis, las inundaciones, los huracanes y terremotos como el de Haití con mas de 200.000 muertos que curiosamente los “ambientalistas fundamentalistas” nunca parecen preocuparse como lo hacen con los pelícanos o las tortugas.
La historia y la ciencia nos dicen que en la Tierra han ocurrido grandes transformaciones tanto de tipo geológico como climático en sus 4.500 millones de años de existencia y que, con estos cambios miles de especies se han desarrollado y luego han desaparecido en un proceso de evolución constante.
Y me pregunto: ¿Es que debemos de analizar los “desastres ecológicos” producidos por la humanidad con la perspectiva y el reloj biológico del ser humano? ¿Acaso no nos estamos equivocando en el análisis? ¿Porqué no se estudia estos problemas desde una perspectiva diferente, tomando en cuenta que la diferencia del tamaño de la Tierra con respecto a todos los seres existentes, flora, fauna y humanos juntos es enorme y que además el planeta tiene su propio reloj? ¿Acaso los problemas que el ser humano le produce al planeta como el actual derrame del Golfo de México es tan grande como lo quieren hacer ver los ambientalistas catastrofistas?
Este derrame de petróleo, considerado el mayor desastre ecológico en los EEUU, nos permite comprender en alguna medida lo que aquí vengo diciendo, veamos; algunos expertos ambientalistas han afirmado que las consecuencias de este derrame aunque sea corregido en los próximos meses permanecerán afectando la zona por 30 años, (esto en verdad aún no lo sabemos con certeza) de este modo si medimos el problema bajo el reloj biológico del ser humano que tiene un promedio de vida de 80 años, veremos que este derrame sí es en efecto una catástrofe ambiental para nosotros, pero si enfocamos el problema de manera diferente y lo analizáramos desde la perspectiva del reloj de la Tierra, esto representaría milésimas de segundos o segundos en la vida del planeta y el desastre prácticamente sería visto como un estornudo para la Tierra.
Los desastres ambientales producidos por el hombre hasta el momento, son solo eso, “desastres” pero no son catastróficos para este cuerpo celeste y sólido que gira alrededor del Sol y la tendencia en general es la de evitarlos.
Podemos concluir entonces que este planeta permanecerá por miles de millones de años más, hagan lo que hagan los seres humanos, lo que no sabemos es si el ser humano podrá permanecer en él si comete alguna estupidez catastrófica.
No obstante, como seres racionales que somos tenemos la obligación de cuidar el planeta y desarrollarnos de forma sostenible con el ambiente pero inteligentemente, sin extremos, por un lado permitiendo a las sociedades mas necesitadas trabajar y desarrollarse en actividades para su subsistencia y por otro creando una conciencia ambiental objetiva y no un nuevo culto o sistema de creencia.