A continuación transcribimos en su totalidad el relato, de un seguidor de nuestra web que desea permanecer anónimo:

En el año de 1972, en la Zona Sur del país, se encuentra un pequeño pueblito llamado Piedras Blancas, yo tenía 7 años y vivimos ahí justo en ese año.

Eran las vacaciones de 15 días y acostumbravamos ir de casería al monte, así que nos dispusimos a ir y de hecho era uno de los lugares que más frecuentabamos. Un potrero llano a la orilla del río. Cuando caminábamos sobre los rieles del tren, descubrimos una desviación que no habíamos visto antes, así que decidimos explorar un poco.

Éramos 8 niños del barrio, entre ellos, uno que era mudo también andaba uno de mis hermanos mayores, el tenía como 10 años creo. Seguimos aquellos rieles cubiertos por la maleza y llegamos a un cementerio abandonado y muy lúgubre. Sentimos un poco de miedo asi que decidimos volver y de regreso vimos en el potrero un árbol frondoso al que le decimos el murruco, como referencia.

Lo extraño era una laguna al lado del árbol ya que nunca la habíamos visto antes, ni siquiera cuando íbamos sobre los rieles, pasamos y como siempre, estaba el árbol, pero aquella laguna cristalina era algo insólito, nos acercamos hasta la orilla, podía medir como 5 metros y era de forma circular, el agua cristalina dejaba ver una gran gama de peces multicolores, plantas acuáticas y unos escalones que se perdían en la profundidad.

Estábamos atónitos y de repente el mudo Iba descendiendo y con el agua por la cintura mi hermano lo halo y lo hizo sacado, acto seguido, se escuchó ruidos como metálicos y el agua empezó a ser absorbida.

No dudamos en salir corriendo hasta la línea del tren que se encontraba como a 500 metros y vimos como salían de adentro de aquel lugar, 3 seres con forma humanoide, tenían su piel pálida casi traslúcida y la apariencia de reptiles, estaban incorporados en sus 2 patas traseras y las manos son como las de los Tiranosaurio Rex (cortas) y el tronco más largo que el de los humanos, una cola larga que llega al suelo y sus ojos rojos, pude escuchar que se comunicaban entre ellos con ruidos extraños, indescriptibles, algo así como chillidos. Pero no movían la boca, podía escucharlos en la mente.

Primero salieron 2 pero no nos habían visto, al salir el tercero, les habló y se volteo señalandonos con el dedo. Ese día corrí como loco, crucé corriendo el puente del tren y llegué primero que todos. Mi hermano me dijo: Si usted le cuenta a mami lo que vimos, nos castigan y no nos dejan volver al río, ni ir de casería.

Ya sabe, no diga nada!!!.... No recuerdo haber hablado del tema, sino, hasta hace un tiempo, ya mi madre tenía como 80 años y contándole anécdotas que ella no sabía, le conté ese episodio de mi vida y mi hermano estaba escuchando, sorprendido, se me quedó viendo fijamente y me dijo: Eso no fue un sueño???.... No, le contesté y no dejaba de decir: Yo siempre pensé que había sido un sueño. Me gustaría volver algún día a ese lugar, ya que esconde grandes secretos.