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Caso: Pablo R.

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El reportero y gran investigador Luis Jimenez Marhuenda publicó en el periódico "Información" de Alicante, los días 22 y 29 de Octubre de 1978 la vivencia del Sr. Pablo R. en la provincia de Alicante, España.

A nuestro entender, se trata de uno de los contactos más sustanciosos de los últimos tiempos puesto que en pocas palabras se contienen infinidad de conceptos que nos acercan a una verdad más acorde al futuro deseado por esta doliente humanidad.
No será sólo en este caso donde renovaremos la llamada de interés para que vuestra lectura sea reposada y penetrante. Como habran podido notar, poco a poco estamos sacando a la luz las distintas intervenciones de los extraterrestres y sus fílosofías respectivas. Y lo hacemos porque entre todas ellas y cada una, nos muestran un pensamiento y un orden mental nuevo y alejado del doctrinismo y dogmatísmo a que nos tiene acostumbrada la cultura de este nuestro tiempo.
¿Cuál es nuestro deseo? ... Simplemente intentar abrir la mente a una nueva concepción del universo, de la ética del ambiente y de la fraternidad. Queremos en definitiva, hacer mentes predispuestas a aceptar una realidad mucho más amplía y cosmogónica de cuanto hasta ahora ha venido a representar nuestro Dios, nuestro universo y nuestra moral.
Existe una mala concepción de lo que se ha venido en llamar "espiritualidad" y nunca nos cansaremos de decir que se debe remontar las ideas prefijadas de este concepto que nos asemeja a hombres y mujeres retóricos y arcaicos. Descubrir a Dios para nosotros es caminar por los senderos de lo científico, lo moral, lo social, lo lógico y lo espiritual, haciendo de todo ello un sólo impulso motivador y liberador.
Al final de todo nuestro estudio e investigación queremos crear un hermano nuevo y redimensionado en conceptos y formas, capaz por otra parte de esperar la llamada de un Maestro Cósmico que en su astronave nos traiga una verdad sin templos, sin oraciones y sin doctrinas o ritualizaciones; una verdad que consuele, que libere, que una ecuménicamente a todos los seres vivos del cosmos.
Los dejamos con la citada entrevista y los empujamos a que sus sueños de esta noche fabriquen un paraíso de luz y de verdad para que vuestro despertar alumbre con una sonrisa y vuestros trabajos y entornos irradien vuestra santificada presencia. ¡Que así sea!.
Esquema para un mundo mejor. No voy a pedir a nadie que crea lo que voy a contar. Yo mismo tengo dudas sobre si es o no cierto. Así pues, tómenlo como una historia más de las tantas que se cuentan referidas a contactos con extraterrestres. El creer o no es algo subjetivo que cada cual debe decidir por si mismo.

Lugar de los hechos:
Una carretera comarca bastante alejada de los centros urbanos.
Hora, 2,30 de la madrugada. Día 5 de julio.
Don Pablo R. viaja con su coche tras una reunión de negocios que se ha celebrado en una cercana población. Se le ha hecho muy tarde y teme que su esposa esté preocupada. Acelera lo posible, pero el camino tiene curvas cerradas, que sortean pequeños montículos, lo que le obliga a conducir con prudencia.
Su mente fluctúa entre la atención al volante y los asuntos profesionales que le han ocupado toda la tarde y gran parte de la noche. Es un hombre práctico, instruido y poco amigo de dejarse llevar por fantasías.
Por eso, cuando ve a lo lejos una luz intensa la cree pertenece a algún coche que viaja en dirección contraria con potentes faros. De pronto la luz se oculta tras una colina y poco después reaparece, llamándole la atención su desmesurada intensidad.
‑Me extrañó ‑dijo luego‑ no so1o la intensidad, sino el tono. No era blanco, como debiera haber sido de tratarse de los faros de un vehfculo, sino de un anaranjado muy fuerte. Desapareció tras una curva y al aparecer de nuevo me pareció tenerla muy cerca. Disminuí la marcha para contemplarla mejor.
"Entonces me di cuenta de que tenla forma discoidal y era enorme. No creo que me asustara en ese momento. Bueno... tal vez un poco, no recuerdo. "Aquello" estaba a la izquierda de la carretera por donde tenla que pasar y decidí acelerar a fondo y alejarme de allí lo más aprisa posible.
"Pero en ese momento la luz disminuyó al tiempo que el coche empezó a fallar. Lo primero que me preocupó fue ver que los faros no alumbraban. Quedé en la más completa oscuridad y el coche se detuvo. Era como si se hubiese estropeado todo el mecanismo eléctrico. Frené rápido sin saber qué hacer. No se veía nada y la luz que me había asustado ya no estaba allí. Por unos momentos quedé desconcertado. Es  curioso. En lo único que pensé en aquel instante fue que llegaría tarde a casa si no lograba dar con la avería y arreglarla.
"No hacía luna y me parecíó que las estrellas alumbraban menos que nunca. Saqué una linterna y salí del coche dispuesto a abrir el "capó" y buscar la avería. En ese momento fue cuando sentí que alguien me llamaba...
Un atraco... un secuestro...
La voz de Pablo ha empezado a temblar. Está evocando el instante peor.
‑Fue el único momento en que tuve realmente miedo. Pensé... ¡qué sé yo! Un atraco..., un secuestro... ¡ocurren tantas cosas en estos tiempos!
"Pero fue só1o un segundo. Basta que me di cuenta de que me habían llamado por mí propio nombre. Tenía que ser alguien que me conociera... Apunté la linterna a la oscuridad y distinguí una figura alta... No sé..., tal vez un metro ochenta..., tal vez más. Vestía una especie de mono transparente muy ajustado. Me extrañó por el calor que hacía aquella noche.
"Su rostro era de facciones regulares y só1o recuerdo que sus ojos eran brillantes y un poco rasgados. Como los chinos... o más bien como los malayos.
"Hasta ese momento no habla pensado que pudiera tratarse de alguien que proveniese de más allá del espacio. Pero entonces se estableció una conversacíón viva entre ambos, sin que ni él ni yo pronunciáramos una sola palabra. Yo percibía su pensamiento y, sin darme cuenta, contestaba también mentalmente.
"Sentí una sensación de paz y tranquilidad..., sin asomo alguno de temor. Recuerdo que en ese instante me dije: "Pues va a ser cierto lo que cuentan de los extraterrestres. Porque éste es uno de ellos."
"Pensaba aquello con naturalidad, sin que me causara extrañeza. E1 lo comprendíó y contestó a mis dudas... Digo "contestó", pero insisto que no abrió los labios para nada. Toda la conversación que mantuvimos desde entonces fue telepática. Y debo advertir que la telepatía siempre me había parecido una cosa de espectáculo de circo... Jamás me habia planteado dudas sobre este fenómeno. Recibí sus palabras mucho más claramente que si las hubiera pronunciado.
"‑Sí..., procedemos de otro planeta... Pero esto no debe asustarle. No venimos a hacerle ningún daño..."No recuerdo el intercambio telepático que siguió. Creo que debí preguntarle quién era..., cómo había llegado hasta allí..., de dónde procedía... Sí, debí preguntarle todo aquello, porque contestó con mucha claridad...

Velocidad, distancia
"‑Ustedes no conocen mi planeta ‑dijo‑. Está en una zona de oscuridad que no captan sus telescopios ni sus receptores de radiaciones de microondas.
"‑¿Están a mucha distancia de la Tierra?
"‑Para su concepto de distancias, sí. Sus más veloces astronaves tardarían cientos de años en llegar allí.
"‑¿Viajan ustedes a velocidades superiores a la luz?
"‑No se trata de velocidad. Ni tampoco de distancias. Es un concepto incomprensible para la física que ustedes conocen y tardarán aún bastante en descubrirlo. Con los conocimientos actuales de la ciencia no pueden ni siquiera entenderlo. Nosotros vivimos en una concepción totalmente distinta para la que no sirven los parámetros de la Tierra en cuanto a tiempo y espacio.
"‑Pero usted es un ser físico..., humano..., ¿verdad?
"Sonríe... Tiene un cierto carisma de sonrisa benevolente.
"‑Claro. En mi mundo somos humanos como ustedes. Existen algunas diferencias anatómicas de poca importancia. Sin embargo, lo que más marca la diferencia entre nosotros no es la materia física, sino la desigualdad de evolución, primero mental y luego astral y espiritual. Ustedes están evolucionando aún en el plano físico. Pero van a iniciar el paso a una evolución mental muy importante. Después..., tal vez dentro de mil o dos mil años iniciarán la evolución astral... Y más adelante podrán dar el gran paso en la evolución espiritual. Mas ésta tardará aún mucho tiempo en llegar.
"‑Yo había imaginado a los extraterrestres... de otra forma.
‑Hay algunos de otra conformación morfológica.
"‑¿No son ustedes los únicos?
"‑Naturalmente que no.
"‑¿De dónde vienen los otros?
"‑¿Por qué dan tanta importancia al lugar de procedencia? Cuando ustedes colonizaron las tierras salvajes de su planeta, las tribus que las habitaban no se plantearon nunca si los primeros seres blancos que veían procedían de un lugar o de otro... Actualmente llegan naves de diferentes puntos del espacio, porque ustedes se hallan en un lapso de transformación...

Las fuerzas del bien y del mal
"‑¿Vienen para ayudarnos?
"‑Algunos, sí... Otros... les observan.
"‑¿Tenemos algo que temer?
"‑Las fuerzas del bien y del mal también existen en el Cosmos. Aunque los conceptos son distintos, resultan subjetivos para cada raza... No lo entiende, ¿verdad? Le pondré un ejemplo: si nosotros incidimos en su evolución evitándoles cataclismos y dirigiendo sus mentes para lo que ustedes consideran el bien... pensarán que les estamos favoreciendo. Pero lo cierto es que estaríamos alterando su propio proceso evolutivo con el manejo de su propia libertad.
"La libertad de acción es el valor supremo en el Cosmos. Manejarla viene a ser como herirla, aunque ustedes crean que es para su propio beneficio. Y lo que en su concepto haya sido un bien, a nivel cósmico habrá sido una imperdonable amputación de esa libertad a la que consideramos el valor supremo del ser vivo inteligente. ¿Comprende ahora que lo que para ustedes puede ser un bien sea un mal para nuestros conceptos?
"Lo comprendo, pero... se me hace difícil entender su forma de vida.
"‑Es tan distinta a la de ustedes como a la de otros planetas. Por eso los contactos que me conocen han creado tanto desconcierto entre los habitantes de la Tierra.
"Se quedó mirándome un instante. Supongo que en aquel momento se agolpaban tantas ideas en mi mente que había "cortocircuitado" la conversación telepática. A1 final, "dijo":
"‑Estoy autorizado a contestar la mayoría de sus preguntas. Mi contacto con usted ha sido cuidadosamente programado. Tómelo con calma. El factor tiempo no importa. Apenas le retrasará unos minutos en su viaje. Puede hacer las preguntas que desee. Si son correctas, las contestaré.
"‑¿Por qué me han elegido a mi para este contacto? Nunca creí en los ovnis ni en que existieran extraterrestres...
"‑A partir de ahora creerá. Pero no es eso lo que impor­ta. Usted no es el único elegido para un contacto. Hay varios miles de humanos en la Tierra que han vivido o vivi­rán una experiencia semejante. Debemos cuidar mucho estos contactos porque pueden ser peligrosos para ustedes.
"‑Pero ¿por qué me eligen a mi y no a algún personaje importante? Un jefe de Estado, por ejemplo. ¿Por qué nunca han establecido contacto con altos dirigentes del mundo?

Nada de política
"‑¿Y quién le ha dicho que no lo hemos hecho?
"‑No lo sé... Creí que tendría más importancia que hablaran con un político...
"‑Los políticos son decepcionantes para nuestra concepción existencial. Representan uno de los estratos más bajos de la espiritualidad de su planeta. Pero ustedes ya están muy cerca de superar la etapa en que tengan que ser dirigidos por ellos. Los sistemas de elección de dirigentes que se ven obligados a utilizar actualmente son nefastos.
"E1 concepto de elección no implica un concepto de libertad, porque no pueden elegir al mejor, sino al que se ofrece, al que se presenta con afán de ascender, con la ambición de alcanzar el mando, el poder. Ustedes no tienen opción para elegir el mejor, porque los mejores están imbuidos de un altruismo que les descarta para la política.
"Muy pronto quizá antes de un siglo, cuando sus técnicos hayan perfeccionado sus máquinas pensantes..., las que llaman computadoras, podrán utilizarlas para escoger el equipo humano más capacitado de todo el planeta. Se llevarán muchas sorpresas. Nosotros vivimos una etapa semejante hace miles de años.
"Ahora no necesitamos de máquinas pensantes para hacer la elección. Nuestro sistema de comunicación telepática nos tiene permanentemente informados del pensamiento, ideas, inteli­gencia, bondad, intuición, capacidad y demás virtudes de todos los habitantes de nuestro planeta. De esta forma es fácil la elección del Consejo de los Veinte.
"‑¿qué es ese Consejo de los Veinte?
"‑Los veinte seres más perfectos de nuestro planeta. Ellos son los que rigen todo allí.
"‑¿Un gobierno único para todo un planeta?
"‑Sí.
"‑¿No hay guerra allí?
"‑Hace muchos miles de años que esta palabra no existe ni siquiera en nuestras mentes.
"‑¿No se conoce el mal en su planeta?
"‑El mal ya le he dicho que es un concepto subjetivo que vive por sí mismo, pero en un sentido distinto al que ustedes conocen. Para nosotros el mal es la ausencia del bien. La lucha no ha terminado ni creo que termine nunca mientras exista la vida. Só1o cuando logramos la fusión con el Supremo penetramos en la perfecta armonía, que es la ausencia del mal. Esta es una abstracción a la que no puedo acceder en mi contacto con un terrícola porque está fuera de su dimensión mental.

Dios. E1 amor
"‑¿Creen ustedes en Dios?
"‑SI. Aunque descartamos la concepción antropomórfica que ustedes utilizan. Comprendo que en‑ la Tierra les sea útil y no deben abandonarlo porque es la que más se acerca a la verdad... Pero no siga preguntándome sobre Dios. Está muy alto para que hablemos de El. Limítese a utilizar las reglas que la vieja sabiduría de su planeta les ha dado. Es decir, concrétese a amarlo.
"‑Es difícil amar lo que no se comprende.
"‑Con amar, simplemente basta.
"Entonces reconozco que tales disquisiciones teológicas no son las más adecuadas para un momento como aquél. Por eso mi mente enlazó acto seguido nuevas preguntas que, de pronto, comenzaron a agolparse atropelladamente...
"¿Hay vida en otros planetas de nuestro sistema solar? ¿Cómo es el mundo en que viven? ¿Cuáles son las otras razas que nos visitan? ¿Qué intenciones tienen? ¿Cómo viajan? ¿Cómo son? ¿Qué saben de nosotros...?
"No sé cuantas preguntas se barajaban en mi mente... Habla perdido el concepto del tiempo..., de mi mismo... No creia que era un sueño; no. Estaba bien despierto. Más despierto que nunca. Pero jamás pensé que pudieran ocurrírseme tantas preguntas y que éstas pudieran ser contestadas...

Sé (habla el periodista Jimenez Marhuenda) que la publicación de la primera parte de esta experiencia ha suscitado polémicas, dudas y escepticismo por una parte y una cierta sensación de esperanza por otra.
No obstante, la polémica, las dudas y el escepticismo son a causa de la natural incredulidad que sienten gran número de lectores no dispuestos a creer todo lo que leen o que se les diga sin someterlo previamente a una razonable investigación.
Desgraciadamente, só1o puedo ampliar pequeñísimos detalles sin importancia, ya que he empleado dos artículos de esta serie para el tema en cuestión, a fin de ser lo más explícito posible cubriendo al máximo toda la información que poseo.
Nada que pueda ser publicado dejo sin relatar. Por consiguiente es inútil que se me solicite a nivel personal ampliación de ninguna clase.
En cuanto a la sensación esperanzadora conque se acogió el artículo de la semana pasada, está en función del interés que el tema suscita, y de la esperanza de muchas personas por establecer ese deseado contacto que el personaje de esta aventura ‑Pablo‑ consiguió sin proponérselo.
Si este hombre ‑se argumenta‑ estableció contacto directo con un extraterrestre, sin pretenderlo, incluso sin ser adicto al tema OVNI... ¿por qué no se puede confiar en obtenerlo por parte de las personas que estamos interesadas en ello?
Mas no olvidemos que la mentalidad extraterrestre no se mide por los mismos parámetros que nosotros conocemos y utilizamos.
Por lo tanto, nuestra 1ógica no sirve de nada y hay que dejarles a ellos la iniciativa.

Preguntas sin respuestas

El resto de las declaraciones de Pablo R. se sintetizan a continuación. Pero interesa observar que muchas preguntas, que hartamos nosotros, no fueron formuladas por él. Esto es comprensible si entendemos la situación las circunstancias excepcionales en que Pablo estableció el contacto: totalmente inesperadas.
Tal vez esta raza extraterrestre intente, precisamente, establecer los contactos de esta forma para eludir una serie de preguntas que, previa meditación, se les podría formular..., y quizá ellos no quisieran o no pudieran contestar.
(Esta es una parte de la verdad. Luego intervienen las condiciones psico‑físicas‑mentales del "contactado", que los extraterrestres estudian muy meticulosamente antes de efectuar el contacto. El Autor.)
Aceptamos pues ‑prosigue el periodista‑, la limitación del mensaje, las lagunas que a nuestro interés se presentan, en atención a las circunstancias excepcionales e imprevisibles en que se realizó.
Y, por supuesto, cada lector es libre de creer o dudar sobre la autenticidad de lo que aquí se expone. Dejémoslo, si ustedes quieren, en una duda razonable y que sean las palabras del mismo protagonista de hechos tan excepcionales quienes sigan hablando.
‑Comprendí ‑dice don Pablo R. que era la ocasión de formular miles de preguntas que se agolpaban en mi mente. Lamenté no haberme interesado antes por el tema; pero me daba cuenta de que, inconscientemente, siempre me habla planteado dudas y ahora tenla la oportunidad propicia para dilucidarlas... Mi mente emitió una de estas dudas... "¿Hay vida en otros planetas de nuestro sistema solar?" La respuesta llegó inmediatamente... casi antes de que la pregunta se terminara de formular en mi cerebro.
"‑Sí, pero no pueden comprender el tipo de vida que allí existe
"‑¿Espiritual? ¿Astral?
"‑No. No precisamente eso. Hay seres inteligentes que incluso os están visitando. Sin embargo, tenéis que limitaros a aceptar ese contacto cuando se os ofrezca, sin pretender "humanizar" a vuestros interlocutores.

Venus. Marte. La luna
"Es curioso que las palabras entre comillas las percibiera perfectamente cuando en el lenguaje normal es algo difícil de captar. Seguí preguntando:
"‑¿En qué planeta hay vida?
"‑Venus... Marte... En la Luna hubo vida hace mucho tiempo. Fueron establecidas allí unas bases para investigarlos. Con el paso de los siglos las bases han quedado ocultas, aunque algunos astronautas han detectado algo que se silenció a la opinión pública por razones políticas.(Ver articulo en esta misma web)
"Existe también una avanzada civilización en Ganímedes (satélite de Júpiter) que se halla muy cerca de vuestros parámetros mentales. Posiblemente, con el tiempo, sean ellos quienes establezcan el contacto directo a nivel "oficial" con vosotros. Urano está vacío. Una serie de condiciones cósmicas adversas lo imposibilitan para ser utilizado por ningún ser viviente. Lo mismo le sucede a Neptuno.
"Saturno dispone de una forma de civilización que os sorprenderia. Es como un enorme jardín. Pero hay una diversidad de factores que, aunque llegaseis allí, os impedirían verlos.
"Lo cierto es que aún os faltan muchos siglos para llegar a alcanzar el nivel cósmico adecuado que os permita establecer lo que vosotros llamaríais un contacto irreal, pero que en verdad es más real que ningún otro.
"‑¿Son muchas las razas que existen en el espacio?
"‑Sí, incontables. Yo mismo no las conozco todas. Ningún sabio de mi planeta ha conseguido saber hasta dónde llega el Universo (aquí, seguramente se refiere al Cosmos. El Autor), ni cuántas son las razas que lo habitan.
"‑Pero ‑conocen ustedes muchos planetas habitados?
"‑Alrededor de ciento veinte mil. No todos ellos se encuentran en avanzado estado de evolución. Algunos incluso han evolucionado en sentido contrario y hoy se hallan en plena re­gresión hacia el estado vegetal. Sin embargo, con el tiempo volverán a resurgir.
"La armonia suprema tiende siempre hacia la superación. El mal se autodestruye por sí mismo. Luego, aunque existe, no puede existir, no puede prevalecer. Vosotros deberíais verlo en vuestro propio mundo. El bien es la vida. El mal, la muerte. El bien se autogenera, se autoengendra, subsiste a pesar de los avatares transitorios. El mal se autodestruye, se auto­elimina.
"Lógicamente esto conduce a una paulatina evolución positiva que tiende a la integración del ser vivo con el ser supremo. No se trata de una fusión, sino de una comunión, ya que el ser humano con esa integración no pierde su individualidad.
Nadie muere de manera absoluta
"‑¿Qué pasa cuando morimos? ‑preguntó don Pablo.
‑Nadie muere de manera absoluta ‑le contestó su interlocutor‑. Las distintas religiones de vuestro planeta lo explican bastante bien, aunque os parezca que hay diferencias esenciales. La esencia es la misma y para vosotros es el único camino de que disponéis porque no estáis aún en posesión de una conciencia cósmica.
‑¿Quién fue Jesucristo?
‑Alguien a quien no habéis comprendido todavía por completo.
‑¿Cómo podemos comprenderlo?
‑El mensaje extrasensorial que más se repite es la palabra amor. Ese es el camino. Porque no se trata de un proceso mental, sino espiritual.
‑¿Qué intenciones os traen aquí, a la Tierra?
‑No debéis tener miedo de los habitantes de mi planeta. Pero procurad guardaros de otros que emplean la astucia para confundiros. No todos los contactos ni todos los mensajes son auténticos. El mayor peligro radica en vosotros mismos.
"Entonces sucedió algo extraño, porque no entendí lo que me quería decir y pretendí insistir en mi pregunta, pedir una aclaración. Pero una vez más pareció haber quedado bloqueada nuestra comunicación telepática. No hubo respuesta a mi pregunta. Finalmente, decidí cambiar de tema.
"‑He leído en alguna parte que hay extraterrestres de apariencia monstruosa. ¿Es cierto?
"‑La evolución no ha sido igual en todos los planetas. Vuestra morfología está en función de las condiciones en que os habéis desarrollado. Para otras evoluciones han sido necesarias una serie de transformaciones que los han hecho muy diferentes a vosotros.
"Este hecho se ha producido en nuestro propio planeta, y existe una civilización desconocida por vosotros que vive en un ambiente distinto. Resulta muy difícil establecer contacto con ellos, pero están lográndolo por métodos muy inteligentes.
"No cabe duda de que la Tierra es un planeta de los más privilegiados en su momento actual. Y sabed que tal como sois ahora no podríais vivir en ningún otro sito.

El fin del planeta
"‑LLevamos mucho tiempo oyendo hablar de un posible desastre en nuestro planeta. ¿Es cierto que va a ocurrir?
"‑Aunque el factor tiempo es una abstracción, el conocimiento del futuro se realiza por contacto cognitivo del presente real y mental. Ello establece unas bases sobre las cuales puede sentarse la premisa premonitoria. Es decir, al igual que en Astrología, nosotros podemos conocer en el momento presente cuándo se producirán las bases óptimas para que ocurra un hecho. Mas esto no significa que vaya a ocurrir.
"Si solamente lo supiéramos nosotros, ciertamente que ocurrirla, porque nadie de vuestro planeta alteraria dichas bases y por tanto no se incidirla en el futuro. Pero como entre los vuestros tenéis seres dotados que poseen los poderes de establecer esta conciencia planetaria, se realizan profecías. Y es ahí, precisamente, cuando fallan. Si existe la profecía es el instante en que se dispara el dispositivo que puede hacerla fallar.
"Como dato curioso diré que recuerdo estas palabras casi íntegramente. Y es una suerte porque ni entonces ni ahora las comprendí por completo. Por eso insistí en que me diera alguna predicción para el futuro.
"‑En la Tierra ‑me respondió‑ ha habido profetas y siguen existiendo seres que tienen precogniciones. Sin embargo, no se trata de auténticas sintonizaciones con el futuro, sino una cognición absoluta del todo presente a nivel planetario. Un planteamiento de hechos y circunstancias tan inmenso que les conduce a la previsión de un acontecimiento futuro. Lo único que puede alterar este acontecimiento es la misma previsión hecha publica.
"Todos los datos hacen prever una hecatombe para el año 1984. Pero nosotros sabemos que para 1980 está prevista una incidencia extraterrestre en la Tierra. Los contactos, que se han intensificado en los últimos años, llegarán a su culminación en el citado 1980.
"‑¿Y qué ocurrirá?
"‑Miles o millones de personas serán elegidas por las distintas razas que os visitan. Algunos ni siquiera lo percibirán conscientemente. Pero este hecho alterará los acontecimientos de vuestro mundo.
"‑¿Para bien o para mal?
"‑El bien de algunos es el mal de otros. Nuestra raza tiene actualmente varios miles de seres programados en la Tierra y no sabéis el bien que os están haciendo. En vuestro país hay más de ochocientas personas programadas y son los auténticos gulas espirituales y desconocidos a quienes debéis seguir.
"No olvidéis que cada Día hay más y para el año 1980 serán cerca de un millón. Naturalmen­te, la mayoría, como ya dije antes, ni siquiera sabrá que han sido programados. Otros, incluso, ya fueron llevados en nuestras naves e instruidos, consciente o inconscientemente, para realizar su misión.
"‑¿lrían viajado hasta vuestro planeta?
"‑No. El viaje es largo para vuestras dimensiones del tiempo. Se les trasladó a una de nuestras naves en el espacio, donde se ha conseguido una ambientación idéntica a la de nuestro mundo.

Jardines sobre el hielo
"Tres preguntas se alzaron en ese instante en mi mente. Y él las respondió como si las hubiese captado simultáneamente.
"‑Nuestro planeta era inhóspito hace muchos miles de años. Una capa de varios kilómetros de espesor de hielo lo cubría totalmente. Nuestros antepasados sobrevivieron en difíciles circunstancias, pero lograron la abstracción de la materia y la evolución cósmica, como la que empezáis a vivir aquí ahora.
"De esta forma, a nivel material, se ha conseguido crear enormes jardines sobre el hielo y grandes ciudades subterráneas en las que no existe el frío ni el calor. Esto se logra utilizando un método por el cual el hielo realiza un fenómeno de absorción térmica en el espacio vacio, multiplicando al mismo tiempo la escasa luz que nos llega del espacio exterior.
"Allí reina una blancura absoluta y permanente. Le llamamos "Abuchal", que quiere decir "el lugar nuestro" No obstante, apenas empleamos este nombre, ya que la palabra en sí ha perdido su utilidad y só1o la usamos en forma de armonía, como vosotros utilizáis la poesía para decir cosas bellas.
"Por cierto, que algunos de vuestros grandes poetas son muy admirados por nuestra civili­zación. Sin saberlo, ellos son los que más se han acercado a nuestro concepto de la existencia.
"Quedaba pendiente mi última pregunta formulada, como todas, tácitamente:
"‑Me llamo Naazra‑Abuc ‑respondió‑. Soy el segundo jefe de la nave que has visto. Perdona que hayamos detenido tu coche paralizando su sistema eléctrico. Es un método muy simple que vosotros pronto conoceréis hasta llegar a dominarlo por completo. Y ahora tengo que irme.
"‑Nadie va a creer que he vivido esta experiencia, si la cuento.
"‑La creerás tu y sabrás que es cierto. No busques méritos para ti. Y si lo cuentas, piensa que só1o unos pocos te creerán. Son los que están en camino de evolución. A algunos de ellos los visitaremos muy pronto.
"Sin embargo, deben guardarse de los falsos mensajes, de los anuncios ficticios de contactos y de intentar establecerlos por iniciativa propia. Deberán tener paciencia, porque el tiempo no cuenta en absoluto para nosotros. Y esta noche tampoco para tí ha contado.
"No sé... o no puedo explicar cómo desapareció de mi vista. Creo que se fundió en la oscuridad. Poco después la gran luminosidad de la nave se alzaba en el cielo y desaparecía en breves segundos.
"Me apoyé en el coche y noté el zumbido del motor haciendo vibrar la carrocería. Incomprensiblemente se habla puesto en marcha. Miré el reloj. Eran las 2,33 minutos. Pensé que se habia parado, igual que ocurrió con el motor del coche. Pero funcionaba perfectamente. Y eso lo pude comprobar más tarde al llegar a mi casa porque la hora coincidía con la del despertador y con el reloj de mi mujer.
"No había duda de que permanecí solamente tres minutos hablando con Naazra‑Abuc. Recordé que sus últimas palabras fueron que el tiempo no contaba para mí aquella noche."

Fuente: Revista ADONAI
 
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